Llegó a ti Santísima Muerte de la Verdad,
para pedir con profunda humildad, reveles para este pobre devoto la verdad sobre lo que vengo a preguntar.
Dime ser maravilloso y poderoso si es como pienso.
Dime si tu balanza se inclinará a mi favor o si me encuentro del lado de la culpa. Si estuviera en peligro o si la amenaza se cierne sobre mi.
Dime querida Santísima lo que debo hacer para que la verdad sea mi poderosa aliada
Así podre seguir el camino y tendré claro que la facultad de estar ante ti es un privilegio fortalecido por la incomensurable verdad.
Aleja al injusto y habla al justo, en el nombre del altísimo que te da el poder del prodigio.
Porque creo en mi propia energía que vive en mi.
viernes, 14 de noviembre de 2008
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